Se ha dicho que la palabra masturbación provendría del vocablo latino manus stuprare, algo así como “cometer estupro contra uno mismo utilizando las manos”. La palabra onanismo que, como se sabe, es otra manera de nominarla, deriva de Onán, personaje bíblico que, a la muerte de su hermano, le fue ordenado por mandato divino copular con la viuda.
Para no embarazarla, eyaculó fuera de la vagina de su cuñada, tras lo cual, “por la pérdida de simiente y la desobediencia de la ley de Levirato”, fue castigado por Yahvé (31, 33, 37). Podrá observarse que, en realidad, más que un acto masturbatorio fue el primer caso consignado de coitus interruptus.
Por lo tanto, ambas palabras: masturbación y onanismo llevan implícita una connotación negativa.
Históricamente la masturbación ha sido un tema tabú y controversial. A pesar de los conocimientos científicos actuales, aún existe desinformación, confusión y contradicción, no sólo en la población general, sino también en el personal de salud, confusiones que en la mayoria de los casos, son originadas gracias a las diferentes religiones. Un ejemplo claro es que durante el socurantismo la masturbación -.segun la iglesia católica- era un acto llevado por la perversión y la confusion que obligaba a los jovenes a caer rendidos ante ella, dicha confuision era creada por un demonio Isaacarón.
En 1983 el Vaticano publicó un documento sobre la educación sexual (Orientaciones educativas sobre el amor humano) donde dice:
«La masturbación es un grave desorden moral».
Y aunque sólo Dios conoce la responsabilidad moral subjetiva de cada acto, «de ningún modo se puede sostener que en el campo sexual no se cometen pecados mortales».
Este es simplemente uno de los puntos en los que la Iglesia Católica se ve retada por la ciencia. Muchas veces, en el medioevo se decía que la masturbación producía locura, paralisis y hasta tuberculosis, por eso se decía que es una práctica nociva y antinatural.
Hoy se sabe que es falso que la masturbación no tenga cabida en una vida sexual sana. Podría afirmarse todo lo contrario: a parte del placer sexual, el hecho de masturbarse permite que uno mismo conozca mejor su propio cuerpo. De este mayor autoconocimiento, se benefician también las relaciones en pareja.
La antropóloga Margaret Mead descubrió que en las culturas en que la masturbación está permitida y es parte aceptada de la sexualidad femenina, las mujeres tienen mucha más facilidad para alcanzar el orgasmo.
Últimamente parece que la masturbación tiene muchas más ventajas. Según el obstetra David Greening, un programa riguroso de masturbación diaria puede ayudar a los hombres con problemas de fertilidad. Estudios prueban que tienen más movilidad en sus espermatozoides y esto aumenta las posibilidades de fertilización de los óvulos. además la masturbación se ha utilizado como técnica terapéutica en disfunciones sexualesy es una conducta masturbatoria está presente en ambos sexos, en todas las etapas de la vida y no es excluyente a tener relaciones sexuales satisfactorias.
Por eso se ha empezado a estudiar la masturbación en los animales para ver si representa una ventaja biológica. Y es que el mundo animal cualquier capacidad que permita aumentar la fertilidad puede ser la diferencia entre la perpetuasion de la especie o la extincion
En el siglo XIX, Kark Friedrich Burdach observo que incluso la eyaculación femenina no era exclusiva de los humanos si no que estaba presente en animales como las yeguas y que ellas lo inducian al frotarse contra lo que encontraran.
Hoy los científicos afirman que los animales que desarrollan la habilidad o la inclinación para autocomplacerse tendrán un esperma más saludable, más hijos, que sus competidores. Perros, gatos, leones, osos y otros mamíferos se autoestimulan con sus patas delanteras. Las morsas, a falta de mano, lo hacen con sus aletas.
Los monos son los masturbadores más industriosos. Las orangutanas, según se ha observado, construyen consoladores (dildos) muy primitivos usando palos o pedazos de liana, mientras los orangutanes machos se estimulan con pedazo de frutas, hojas u otros objetos.
Ante tantos argumentos parece que la Iglesia Católica se queda corta. ¿Cómo puede decir que no es algo natural si casi todos los animales lo hacen? El conflicto moral sigue siendo su mejor argumento pero este sólo es válido para quienes creen en una religión especifica, por lo cual la idea de generalizar que el acto de la masturbación es malo, queda totalmente descalificado.
Mitos y verdades acerca de la mastrubación
Durante años, han existido mitos y fantasías acerca de la masturbación por ejemplo, para el médico Tissot (1758) y sus seguidores, la masturbación producía: melancolía, crisis histéricas, ceguera, impotencia, esterilidad, oligofrenias, demencias, cardiopatías (llegó a describirse un corazón del masturbador), adelgazamiento, tuberculosis y calvicie. que a pesar de que han sido descalificados por la ciencia, siguen siendo parte del breviario cultural de la mayoría de las sociedades.
– Es un acto que se realiza sólo en la adolescencia.
– Las mujeres no se masturban.
– El que se masturba se envicia.
– Si se tiene pareja estable, es anormal masturbarse.
– Produce daño mental y debilidad física.
– Produce daños en la personalidad.
– La persona que se masturba es perversa.
– Hace salir pelos en la palma de la mano.
– Causa malformaciones físicas en la zona genital (se caen los testículos, crece el clítoris)
– Causa disfunciones sexuales (eyaculación retardada, frigidez)
– Hace aparecer pecas en la cara y acné.
– Produce ojeras.
Como conclusiones podemos agregar que a pesar de los prejuicios y la desinformación que ha existido sobre este tema, la masturbación es una forma de experimentar la sexualidad muy común y bastante generalizada. La masturbación puede acompañar a hombres y mujeres hasta sus últimos días y ser un elemento terapéutico en el abordaje de las disfunciones sexuales.
Es normal cuando se trata de una práctica íntima, privada y que no interfiere en la relación con los otros y en tener otras formas de placer. Por otro lado, el no masturbarse por creencias religiosas o porque la persona se encuentra sexualmente satisfecha también es normal.
La masturbación es uno de los contenidos que debería incluir la educación afectivo-sexual. Evidentemente no se trata de enseñar a los adolescentes a masturbarse, ellos lo suelen descubrir por sí solos, sino de hacer que tengan una actitud positiva ante el autoerotismo, y lo consideren como una actividad que les puede ayudar a conocerse mejor, logrando una mejor aceptación de la propia sexualidad.
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